sábado, septiembre 16, 2006

Fracaso I


Fracaso I

Este escrito no debe ser tomado en cuenta como una defensa de un soñador que no puede dormir. Los argumentos acá usados son para pensarlos. No creo que puedan ser más evidentes.

Todo lo que el hombre crea tiene un fin, ya sea un fin superfluo o esencial, nada es creado por ser creado, he visto hasta enfriadores de sopa. Si algo que se crea no logra llevar a cabo el fin por lo que fue creado uno tendería a pensar que no sirve, que ha fracasado.

La ciencia plantea que cuando una teoría al momento de contrastarla los resultados no son los esperados se pueden seguir dos caminos: el primero se llama la solución sensata que es replantear la teoría y dejar fuera los enunciados erróneos. La segunda solución es la drástica y se refiere a desechar toda la teoría.

Mi opinión es que a veces se debe optar por la sensata y otras veces por la drástica, el problema está en que cuantas veces optaremos por la sensata antes de optar por la drástica, el científico estima su esfuerzo, trabajo y tiempo puesto en aquella teoría por lo que se opta por la salida sensata una y otra vez, pero ojo que nada cambia esencialmente, ya que hay una estructura esencial, coyuntura teórica sobre la que versan todos los demás enunciados, dicho de otra forma el soporte teórico. ¿Cuándo nos damos cuenta que realmente nuestra teoría ha fracasado? ¿Cuántos errores tendremos que seguir aceptando? ¿Cuántas veces replantearemos la teoría antes de darnos cuenta en el nivel de error que estamos aceptando en las pruebas? ¿Cuántas externalidades negativas[1] toleraremos?

Mucho escucho de bocas poco realistas el falso éxito del sistema económico actual, el Liberalismo con todas sus variabilidades en distintos países. Pero que al fin de cuentas es el mismo sistema de mercado. ¿Cuán real es aquel éxito?

La creación de un sistema economico debe tener un fin claro y evidente, como diría Descartes es una idea clara y distinta al analizar, pues analicemos economía:

Etimológicamente: Del lat. oeconomĭa, y este del gr. οκονομα . Oikos (economía y subsistencia de la familia) + Nomos (leyes o regularidades estudiadas). 1. f. Administración eficaz y razonable de los bienes. 2. f. Conjunto de bienes y actividades que integran la riqueza de una colectividad o un individuo. 3. f. Ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos. 4. f. Contención o adecuada distribución de recursos materiales o expresivos. En mis estudios académicos llegamos a la conclusión de que la palabra economía hace referencia a la administración de la casa, la gran casa que es el mundo. Administración de los recursos limitados frente a las necesidades múltiples e ilimitadas.

Sistema[2] del lat. systēma, y este del gr. σστημα : 1. m. Conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí. 2. m. Conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a determinado objeto.

Por lo tanto podríamos inferir fácilmente que sistema económico es aquel conjunto de cosas que relacionadas entre si contribuyen al objetivo de satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos para todos los habitantes de la gran casa, la Tierra. Entonces, podemos decir que el fin del sistema económico es el de administrar los recursos escasos para que le alcancen a todas las personas así conseguir que no exista hambre esencialmente.

El sistema ha generado tantos recursos en los últimos 60 años para poder mantener 7 u 8 poblaciones mundiales. Pero la última cifra entregada por la UNICEF hace 2 meses demuestra una paradoja. Cada 6.17 segundos muere un niño de hambre ¿cómo eso es posible?
¿Qué diría Adam Smith al ver a lo que han transformado su sistema? ¿Qué pensaría Marx al ver su premonición cumpliéndose?


[1] Término usado en economía que refiere a los efectos secundarios y terciarios de decisiones.

[2] Diccionario de la Real Academia Española www.rae.es