sábado, marzo 25, 2006

Entrevista con Jim Morrison

fue entrevistado por mi el 25 de noviembre del 2005... aunque no lo crean...


Un poeta de otros tiempos:

Mis héroes son artistas y escritores

“Escucha, la verdadera poesía no dice nada, sólo marca las posibilidades. Abre todas las puertas. Puedes atravesar cualquiera que te convenga..... Y es por eso que la poesía me atrae tanto, porque es tan eterna. En tanto haya personas, ellas pueden recordar las palabras y las combinaciones de las palabras. Nada más puede sobrevivir a un holocausto, excepto la poesía y las canciones. Nadie puede recordar una novela entera. Nadie puede describir una película, una escultura, un cuadro; pero en tanto haya seres humanos, las canciones y la poesía pueden continuar. Si mi poesía trata de lograr algo, es liberar a las personas de las formas limitadas en que ven y sienten”. (Jim Morrison)

Por Patricio Rojas C.


El poeta y cantante Jim Morrison, vocalista de la banda de rock The doors, nos cuenta un poco de viajes hacia si mismo. Estos no lo han hecho conocer mejor su objetivo, sino que lo han llevado a entender menos. Como dijo Sócrates: “mientras más intentaba buscar respuestas a mis cuestionamientos de la justicia, la verdad, la virtud y otros sentía que estaba cada vez más alejado de mis respuestas”. La banda fue la primera de EE.UU en obtener 8 Discos de Oro consecutivos, esto se contraponía con los frecuentes problemas con los grupos, políticos y policía por su personalidad demoledora de costumbres sociales que no dejaban al hombre ser si mismo. En sus poemas incitaba a un desorden para romper con las reglas que la sociedad había instaurado en algún momento para coartar al hombre.

Su poesía reflejaba la tensión y la confusión de una sociedad que cambiaba aceleradamente, pero las costumbres seguían en el anquilosamiento.

¿Cómo comienza la banda?

-Bueno, en la década de los ’60 cuando yo recitaba en distintos bares mi poesía acompañado de ritmos de Jazz. Una noche en un Bar de Venice Beach canté una de mis primeras canciones "Moonlight Drive", antes recitaba mis poemas acompañado de Jazz, esta canción la interpreté con la presencia de "Ray Manzarek" quien después fue el tecladista de la banda. Cuando baje del escenario Ray me planteó la idea de formar un grupo de rock distinto, con mis poemas y con sonidos que no se usaban, algo nuevo.

Después conocí a los amigos de él que eran Robbie Krieger, John Densmore, ellos tenían el mismo interés de Ray. Después de unos ensayos en el garage de su casa nos llamaron para tocar en un bar que estaba de moda en Los Angeles, Whiskey's a Go-Go, era la primera vez que recitaba en un lugar ocn tanta gente, y más aun, tenían expectativas enormes de nosotros, me sentía horrible, me meti debajo de la cama del camaría y comencé a tomar ácidos, habré tomado unas 8 dosis. Al rato de que Robbie, John, Ray me buscaban alguien dijo donde estaba yo escondido y me arrastraron hasta el escenario, algo sentí, me sentí distinto, me transforme en ese escenario comenzó la música y comenzó el viaje. Aunque el dueño del Bar nos hecho cuando tocamos The End ese día fue en el que The Doors comenzó a subir el Everest con pasos de gigante. A la semana teníamos nuestra agenda copada de shows por todo el estado de California. Todo eso fue por ahí por Junio y Julio de 1965.

¿Por que tuvieron tanto éxito en tan poco tiempo?

- Yo te diría que fue por mi poesía, que a los demás lo cautivaba. Esa puede ser la razón del por qué de nuestro gran triunfo. Nosotros nos consolidamos en un año y algo más, al cabo de dos años estábamos en todas las estaciones de radio del mundo. Pero hubo otros más que alcanzaron este logro también, la causa que nos ayudo a todos los músicos de los 60 a los 70 fue la represión enorme a los jóvenes que había. El movimiento hippie, la revolución de Nanterre en Paris, Woodstock, y las miles de expresiones del mundo en que los jóvenes fueron posprotagonistas respondían sólo a una cosa, “déjennos en paz con sus normas del siglo XII, queremos libertad y no el rigor con que los padres nos pretenden educar”, “prohibido prohibir”, no a Vietnam. La gran mayoría de las bandas pedían esas cosas en general.

¿Que opinas que fue Vietnam?

- Fue la codicia de dos imperios por dominar el mundo. aquellos que creen hasta el día de hoy que pueden sobrepasar el derecho soberano de cada nación de gobernarse y crear sus propios sistemas. Eso fue Vietnam, Afganistán, Uzbekistán, tu país Chile, Bolivia, etc. Dos grandes imperios que querían imponernos a todos sus problemas de poder.

Muchos reconsideran primero que todo un poeta ¿Tú te consideras tal?

-Mmmm, un poeta es un hombre que es capaz de decir verdades trascendentales sin titubeos, sin miedo. Yo creo que fui capaz de decir, recitar y hasta gritar mis problemas con la sociedad, sin miedo nada, Aquellos que aquejaban a muchos más, por eso también creo que tantos me siguieron y me siguen. Decidí entregar 50 años de vida en 5-6 años de que duró el grupo, alguien tiene que vivir al borde de la vida por nosotros y eso fue lo que hice. Necesitaba estar al borde las 24 horas del día, no le tenía miedo a la vida sino que la retaba y la probaba minuto a minuto. Fui juzgado y sentenciado por movimientos eróticos que efectué en conciertos, de hecho en una ocasión en New Haven fui arrestado en pleno concierto. Nunca tuve miedo, rehecho me gustaba jugar con las estúpidas normas que me exigía el sistema. Otros hombres han dicho que le poeta es aquel que vive en eterna lucha con sus demonios, los míos emergían de la sociedad. Aun recuerdo en un concierto que dimos en Dallas que al empezar The End pedí que me trajeran a la muerte. Y mírame ahora entrevistado por ti aun estando muerto. Logré mas que Aquiles, mi nombre suena más que el de él parece. Sin miedo serás grande y dejarás eco en la eternidad, eso es la inmortalidad.

¿Qué tanto de verdad tiene esa leyenda que corre con tu nombre en la que cuentan, que en la cuneta de un camino en Nuevo México, viste morir a un grupo de indios navajos y que el fantasma del chamán de la tribu al morir había tomado posesión de tu cuerpo?

-El navajo siempre estuvo en mi, incluso antes de nacer, el me ayudo a crecer y conocerme a mi y a lo que el hombre necesita para ser libre.

William Blake

-Uno de mis favoritos. Bueno de allí nace el nombre de la Banda, de un poema de él, “Cuando las puertas de la percepción se despejen, el hombre verá las cosas como son en realidad, infinitas”. Que a su vez inspiró al libro de Aldoux Huxley: "Las puertas de la percepción", que inauguró la literatura psicodélica.

¿De cuando que escribes?

- Escribía en cuadernos noche tras noche desde el 6º grado más o menos. Un día los boté. Pero quizás si jamás los hubiera tirado, jamás hubiera escrito algo original, porque eran, principalmente, acumulaciones de cosas que había leído o escuchado, como citas de libros. Pienso que si nunca me hubiera librado de ellos nunca hubiera sido libre. Fue mi primer paso a la libertad de la que gozo hoy.

¿Es la muerte lo que creías?

-Sabes. La última vez que pensé como podía ser fue a los 17 años, después la llamaba solamente. Pero no es mala, vivo entre versos y acordes, entre Rimbaud y de Rocka, cerca de Blake y Neruda, García Lorca y Quevedo me esperan siempre. Respiras agua y para calmar la sed bebes aire. Es el mundo perfecto, no existen las luchas de poder, no existe un demonio ni un dios, el navajo ahora vive fuera de mí, en un mundo libre donde nadie lo achacará por nada, bailamos en el desierto, cabalgamos serpientes en los lagos. Nadie es un extraño, la música nunca termina, los amaneceres no son mal gastados y los ocasos dan suficiente calor para refrescar nuestras almas.

Cuenta la leyenda que Jim Morrison no murió aquel día, que vive bajo una identidad distinta (¿quizá Mister Mojo?) alejado del mundanal ruido. Cuentan que su tumba es lugar de peregrinación de fieles y que siempre hay flores, velas y hierba, esperando el día en que decida regresar.

sábado, marzo 18, 2006

Homo Compětere

Tiempos bellos eran esos donde los amigos eran amigos. Tiempos aquellos en que el compadre no quería ganarle a su amigo en todo. Cuando jugaban el partido, uno le decía al otro:”Qué buen pase me diste,¡gracias a ti he anotado un gol!”.

Aun soy joven, he vivido algo, quizás el cuarto de la vida, o quizás la mitad, o quizás ya la he vivido casi entera, ¿cuándo llegará ese fin? No lo sé. Cuando me di cuenta de esto, creo que comencé a comprender el significado de la vida, que según mis juicios desde aquel día, no es competir y alienarse con cosas ajenas que incorporo artificialmente a mis intereses, sino que perfeccionar lo que sé, para así ser mejor, yo mismo. Persuadir a los que me rodean a que sean mejores y disuadir a que no compitan con otros. Me preocupado desde ese momento(¡aun lo recuerdo! Fue en el norte, caminando por el desierto oscuro bajo las estrellas, comprendiendo la perfección de todo lo que nos rodea)de no hacer el mal, desde el más mínimo hasta el más grande, desde el menos superficial hasta el más superficial, puedo entender que no soy el padre de los Jueces para poder evaluar cuál es el mal y cuál es el bien siempre, ya que hoy queda todo supeditado a la competencia y de esa acción es de la que más me he ocupado, de no competir con los demás, sino que superarme a mi mismo.

Este mundo funciona sobre la base de un sistema que tiene una ley que se regula sola(así dicen, la oferta y la demanda actúan por sí mismas regulando los mercados), esa ley es la que regula la competencia, ya que la competencia es la base para que éste sistema funcione(aunque los monopolios son cada vez más comunes), por lo que la competencia quizás se ha convertido en algo casi genético dentro del hombre. Pero sin duda alguna hace que el mundo en vez de evolucionar o progresar hace lo contrario, aunque sea gran generador de riquezas, pero al mismo tiempo de diferencias, de pérdida de identidad, de alienación, o como dijo Jean Jacques Russeau: el sistema corrompe al hombre, de la forma en que el hombre transforma todo su amor propio en competitividad, y termina alienándose, ya no le importa lo que él es, sino lo que la gente pensará de él, ahí el hombre se corrompe.

Ese ejemplo es uno más de los que sostienen que la competencia no es buena. La competencia es lo que hace que el mundo no evolucione, hace copiar cosas ajenas y

olvidar las propias, y así poder destacar más que el otro. Además de hacer que el propio autoestima se vaya cada vez más al suelo, por no poder ser alguien auténtico, creyendo que mis intereses no son los adecuados, por eso acojo los de otro, que si lo son(¿por qué lo serían?). Y convencido que tratando de superar al hermano terrestre en lo que él hace, que antes a mi no me interesaba, voy a ser mejor.

He conocido gente que piensa como yo, y no intenta superar a su amigo en todo, sino que procura apoyarlo para que logre sus metas. He conocido gente que no piensa como yo, y constantemente trata de superar a su amigo en todo, hasta le coquetea a la polola de su amigo, y así poder decirse sí mismo”viste que también puedes”.

Con esto que digo, la amistad pareciera que pasara a una relación que no sé si debería llamarse amistad, o sea es una relación de competencia, que en vez de ayuda sólo crea rencores. O quizás si deba llamarse amistad, ya que ambos se están ayudando a sentir capaces de lo que quieran, probándose a sí mismos con su amigo lo que pueden hacer, sin importar lo que pueda sentir su amigo, frustración, decepción, rencor, etc, ya que el también podrá hacer lo mismo, porque, ¿para qué están los amigos?... Horrible, ¿o no?.

Vamos a tocar un tema mucho más trascendental. En un ramo que me imparten en la carrera Ciencia Política, llamado Metodología de la Investigación en la Ciencia Política, nos estaban pasando los cánones de la ciencia(criterios de certeza que debe tener la ciencia) y dentro de ellos llegamos al tema de la gratificación de un científico y un empresario, al empresario se le reconocen más sus logros en formas monetarias, al científico en forma de reconocimientos, pero para un científico es mucho más difícil obtener logros, y por ello no comparte información crucial con otros laboratorios para la obtención de medicinas para nuevos tratamientos de enfermedades, o quizás hasta para alguna vacuna para el VIH. Eso es producto de la competencia.

No sé si el comienzo de mi trabajo habrá sucedido alguna vez, pero todos los días mi madre me dice que el mundo está más competitivo. Yo he observado y observo diariamente

las muestras de competitividad, en mi día a día. Por ejemplo, cuando estoy en pruebas veo a compañeros míos, alumnos que para poder destacar en sus notas no tienen ningún pudor en sacar un canevas(en lenguaje estudiantil conocido como torpedo), y no es por temor a echarse a echarse el ramo, algunos si, pero la mayoría es para tener las mejores calificaciones; otros que conversan con sus amigos discutiendo de quién jugó mejor a la pelota, o de quien es la polola más linda(como si eso importara, porque la polola es para uno y no para los demás) con esos comentarios: “Si tu polola tiene bigotes, o tiene cara de mono, o es gorda” o mil cosas más que se pueden decir, pero ¿con qué fin?. Con el único fin de competir.

De la competencia se desprende este sistema, que ha llevado al mundo a la peor devastación que ha sufrido en su historia, pero en sólo 50 o 60 años, que son los que el sistema lleva funcionando casi plenamente y en los últimos 15 plenamente. Deforestación de las grandes junglas, la extinción de miles de especies vivas(que jamás se recuperarán) nuestros hijos no las verán, como yo no pude ver algunas, quién sabe si mis nietos podrán ver al Tigre de Bengala, que hoy sólo quedan 500 especies vivas. También ha producido la reducción y hasta cambios absolutos de algunos ecosistemas, sin mencionar los que han desaparecido completamente. La explotación hasta del mismo ser humano(los buques factorías son un ejemplo vivo de aquello, por no mencionar otros miles que suceden actualmente, y si entramos a estudiar la historia encontramos miles más que no cabe mencionar).

Por estas razones apelo por un mundo de solidaridad, de compañerismo (compañero es aquel que comparte el pan, llamo a compartirlo sin después cobrarlo), de apoyo y no de competencia.